Cuando
la bailarina estaba en la repisa y se caía al fuego el soldadito
pegó un salto y la apartó del fuego a pesar de que le faltaba una
pierna.
La
bailarina en agradecimiento le llevó a su amigo el payaso de la
Caja de Sorpresas que era soldador para que le soldara una pierna. El
listillo del payaso quería algo a cambio, pero no cualquier cosa.
La
bailarina y le preguntó:
-¿Qué
quieres a cambio?
-¡Que
bailes una danza de mi tierra Rusa!
Entonces
el payaso soldó una pierna al soldadito y entonces, el soldadito que
ya tenía dos piernas, podía bailar con la bailarina , otra vez el ballet ruso.
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